El elemento que te permitirá liderar y no sólo ser un líder
“Los líderes sostienen una posición de poder o de autoridad, pero aquellos que lideran, nos inspiran”.- Simon Sinek, TEDTalk en Washington, Septiembre 2009.
Yo me atrevería a decir sin temor a equivocarme que las palabras “líder” y “liderazgo” están entre las más usadas por la población global en los últimos cinco años (quizás 10). Sin embargo, pareciera que se utilizan sobre todo en el contexto corporativo y en política y no tanto en el contexto cotidiano como individuos.
La Real Academia Española, en su versión electrónica (www.rae.es), define la palabra líder como “Persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora.” Y la palabra liderazgo la define como “liderato”, la cual, a su vez es la “Condición de líder o ejercicio de sus actividades.”
Por su parte, Simon Sinek, autor y motivador inglés, conocido por su concepto de “El círculo dorado”, destacó en 2009 una sutil, pero poderosa diferencia entre ser un líder y liderar. Lo primero lo define como una posición de autoridad; lo segundo como una persona que inspira.
Yo comparto totalmente la visión de Sinek -no sólo respecto a su definición, sino también a su concepto de “El círculo dorado”-. Pero independientemente de que estés de acuerdo con él o con la RAE (o con otra definición diferente), lo cierto es que todos tenemos el potencial de ser líderes y de liderar. Sin embargo, para poder inspirar a otros a tomar acción y, antes de ser vistos como una figura de autoridad por los demás, debemos primero ser los líderes de nosotros mismos y liderarnos a nosotros mismos.
Dicho de otra manera, para ser líderes de otros y liderar a terceras personas, debemos primero vernos a nosotros mismos como una autoridad, pero no con autoritarismo sino con el respeto y la admiración con que vemos a una persona que representa una verdadera autoridad para nosotros; no la que impone su poder sino la que se lo gana por su nivel de conocimiento, su don de gente y por sus valores y creencias. Y antes de liderar a otros; es decir, antes de inspirar a otros, debemos empezar por inspirarnos a nosotros mismos primero. Y todo esto debe ocurrir en nuestra cotidianidad, no sólo en el trabajo, en la política, en los estudios o en cualquiera de esos entornos externos y caracterizados por “roles”.
¿Cómo lo hacemos? De adentro hacia afuera; empezando –como explica Sinek en el video a continuación-, con el “¿por qué?”
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Publicado el 7 julio, 2015 en Desarrollo humano, Español y etiquetado en El círculo dorado, líder, liderazgo, líderes, Simon Sinek, TedTalk. Guarda el enlace permanente. .
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